Racing, Sporting de Lisboa, Sporting de Gijón y Betis; el Barça de Guardiola ya ha encontrado el camino a seguir. Equilibrio es la palabra clave y quitar a Henry del once ha sido la solución final contra el grave problema que siempre ha significado jugar con Xavi e Iniesta en paralalelo. En estos momentos el once está perfectamente equilibrado y el juego de posición es cuasi perfecto. Iniesta parte de la banda, la cubre y en ataque ejerce de mediapunta escorado, Messi intercambia posición con Eto'o y éste presiona todo el flanco central-derecho del ataque con una fuerza encomiable, ayudado por un Xavi cada vez mejor y más cubierto por Keita, que aún no parece adaptado del todo pero en mi opinión es imprescindible. Lo mismo pasa con Alves que mejora a ritmo lento pero seguro, son grandes fichajes y hay que darles tiempo para asumir un papel protagonista teniendo en cuenta el cambio de sistema tan brutal respecto al Sevilla de Juande y Jiménez. En Soria vimos que aquel Barça con aquel once tendría muchos problemas, se hicieron cambios en consecuencia y el equipo ya carbura.
Eto'o ya moja, fusila desde la frontal, revienta a puerta vacía, se funde en la presión... cuando Eto'o funciona es síntoma inequívoco de que el Barça es grande. Otra prueba evidente es que el equipo funciona igual con Busquets que con Yaya, con Márquez o con Piqué. Cuando hay equilbrio los nombres importan menos. Incluso un Gudjohnsen totalmente pasado de kilos, entró, funcionó, dio juego, entró de segunda línea y goleó, grande Eidur que consiguió un merecido premio personal y para el Barça ante el Betis. Mención especial para Bojan que entró y revolucionó el partido, hizo renacer al equipo con movimientos perfectos que devolvieron la frescura al ataque.
El Barça ha recuperado los signos que siempre nos han dado títulos desde que empezamos a ver fútbol con Cruyff. Presión asfixiante, circulación eléctrica, obsesión absoluta por el balón. Este juego es ideal si tienes un equipo táctica y físicamente preparado para recuperar el balón. Ahora bien, si el Barça se relaja, su defensa sucumbe ante quien sea. El Barça no sabe acularse y hay que conseguir dormir los partidos con el balón en los pies; ayer casi nos dan un disgusto importante.
A seguir trabajando que esperan los pericos.
Eto'o ya moja, fusila desde la frontal, revienta a puerta vacía, se funde en la presión... cuando Eto'o funciona es síntoma inequívoco de que el Barça es grande. Otra prueba evidente es que el equipo funciona igual con Busquets que con Yaya, con Márquez o con Piqué. Cuando hay equilbrio los nombres importan menos. Incluso un Gudjohnsen totalmente pasado de kilos, entró, funcionó, dio juego, entró de segunda línea y goleó, grande Eidur que consiguió un merecido premio personal y para el Barça ante el Betis. Mención especial para Bojan que entró y revolucionó el partido, hizo renacer al equipo con movimientos perfectos que devolvieron la frescura al ataque.
El Barça ha recuperado los signos que siempre nos han dado títulos desde que empezamos a ver fútbol con Cruyff. Presión asfixiante, circulación eléctrica, obsesión absoluta por el balón. Este juego es ideal si tienes un equipo táctica y físicamente preparado para recuperar el balón. Ahora bien, si el Barça se relaja, su defensa sucumbe ante quien sea. El Barça no sabe acularse y hay que conseguir dormir los partidos con el balón en los pies; ayer casi nos dan un disgusto importante.
A seguir trabajando que esperan los pericos.
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