jueves, 30 de agosto de 2007

La guerra digital

Libertad para el fútbol. Es lo mínimo exigible en un país donde el deporte rey ha sido desde tiempo pretéritos el opio del pueblo. A día de hoy estamos inmersos en una guerra que puede dejar sin fútbol al espectador, al consumidor, víctima usual de los negocios de muchos millones de euros, especialmente si hay política de por medio. La guerra por el fútbol tiene su origen en épocas de gobierno socialista con Felipe González a la cabeza; en aquellos años ya era patente la relación de amor entre el poder socialista y el Grupo PRISA, dominador absoluto de los medios de comunicación en España. El grupo de Polanco tenía en su haber la plataforma Canal Satélite Digital, ideada para la retransmisión de toda la liga. Por otro lado, el grupo de Telefónica, mucho más en consonancia con el PP, creó Vía Digital como competencia directa a la plataforma líder. Pareció que la libertad había hecho presencia en el fútbol televisado, incluso hubo una temporada donde la plataforma de PRISA retransmitió la liga y la de Telefónica la Champions League (seguro que recordaréis el derechazo de Mendieta en el Camp Nou). Además la subida al poder de José María Aznar parecía descartar cualquier trato de favoritismo a Polanco y parecía ser una apuesta por la libertad en el mercado. Parecía. Porque no fue precisamente una política liberal lo que impulsó Aznar en materia de medios de comunicación. El presidente pensó que estar enfadado con Polanco y PRISA no era buen negocio y se perpetró la fusión más nefasta de la España moderna, abuso monopolístico en toda regla. Vía Digital desapareció y se creó DIGITAL+, bajo el control total de PRISA, evidentemente. Hasta hoy el fútbol ha sido secuestrado por la dictadura.

La fuerza de PRISA no parece ser la misma que antaño (quizás, entre otros motivos, por la desgraciada noticia de la muerte de su Presidente, Jesús de Polanco) y esto ha coincidido con la irrupción de Mediapro, grupo de empresarios catalanes con mucha fuerza, dinero y que han comprado los derechos televisivos de la mayoría de clubes españoles, entre ellos Barcelona y Madrid, aunque el contrato aún no sea vigente. Sogecable (con amplia mayoría de PRISA entre su accionariado) tiene los derechos de retransmisión de la liga, pero Mediapro tiene a un gran número de equipos y sin consenso no son viables las retransmisiones, aunque ya hemos visto en esta primera jornada que fútbol es fútbol, y el euro es el euro, por lo tanto es posible que se acaben viendo un gran número de partidos. Esperemos que esta situación de provisionalidad acabe finalmente por traernos la libertad en el fútbol.

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